James Webb la nueva era

 


El telescopio espacial James Webb que sustituirá a Hubble ya tiene nueva fecha de lanzamiento: el 22 de diciembre. Este observatorio ha sido el resultado de la colaboración de varias agencias espaciales entre las que se encuentran la NASA y la Agencia Espacial Europea.

El observatorio con el que la NASA pretende sustituir a Hubble se enviará al espacio en un cohete Ariane 5. Se trata del telescopio espacial más avanzado de la historia.

El telescopio espacial iba a lanzarse en noviembre, pero se postergó por una anomalía.

El telescopio espacial James Webb que sustituirá a Hubble ya tiene nueva fecha de lanzamiento: el 22 de diciembre. Este observatorio ha sido el resultado de la colaboración de varias agencias espaciales entre las que se encuentran la NASA y la Agencia Espacial Europea.

 Tras el retraso que la NASA anunció el pasado 22 de noviembre, parece ser que el James Webb comenzará a marcar un antes y un después en la exploración del espacio. Según parece, la postergación del lanzamiento se debió a una anomalía del sistema de anclaje del telescopio con el cohete que lo va a poner en órbita (Ariane 5).

Los técnicos del observador explicaron que, al querer unir el Web a Ariane 5, descubrieron que una de las bandas de sujeción se soltaba de forma imprevista. Esta situación daba lugar a vibraciones que podían suponer el fracaso de la misión.

No obstante, tras unos análisis, descubrieron que esas vibraciones no afectan al telescopio espacial y la NASA ha decidido continuar con los preparativos para lanzarlo la penúltima semana de este 2021.

Ahora, el preparativo más destacable es la carga de 240 litros de hidrazina y oxidante de tetraóxido de dinitrógeno al Webb para que los 20 propulsores que permiten que el telescopio maniobre en órbita funcionen.

 Según explican los expertos, esos propulsores son necesarios porque el observador no se encontrará en la misma órbita que otros satélites. De hecho, cuando el James Webb alcance la órbita, empezará un viaje de millón y medio de kilómetros, para llegar a su órbita definitiva más allá de la Luna, en un punto denominado ‘Lagrange L2’.

Los técnicos de la NASA deberán trabajar duro para que este lanzamiento sea todo un éxito. Según la agencia estadounidense, solo el proceso de despliegue tiene aproximadamente 350 procesos y, para que la misión no sea un fracaso, nada debe fallar.

 

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