El telescopio espacial James Webb (en inglés, James Webb
Space Telescope (JWST)) es un observatorio espacial desarrollado a través
de la colaboración de veinte países, construido y operado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia
Espacial Canadiense, para sustituir los telescopios Hubble y Spitzer. El JWST ofrecerá una
resolución y sensibilidad sin precedentes, y permitirá una amplia gama de
investigaciones en los campos de la astronomía
y la cosmología.
Uno de sus principales objetivos es observar algunos de los eventos y objetos
más distantes del universo, como la formación de las primeras galaxias.
Este tipo de objetivos están fuera del alcance de los instrumentos terrestres y
espaciales actuales. Entre sus objetivos están incluidos estudiar la formación de estrellas y planetas y obtener imágenes directas de exoplanetas y novas.
Entre sus principales características técnicas hay que
destacar el espejo primario de JWST, compuesto por 18 segmentos
hexagonales que, combinados, crean un espejo con un diámetro de 6,5 metros (21
pies 4 pulgadas), un gran aumento con diferencia sobre el espejo utilizado por
el Hubble, de 2,4 metros (7,9 pies), el parasol y cuatro instrumentos
científicos. El telescopio se sitúa en el espacio cerca del punto lagrangiano Tierra-Sol está protegido por
un gran parasol, hecho de cinco hojas de Kapton revestido
de aluminio
y silicio,
que mantendrá al espejo y sus cuatro instrumentos científicos principales a
temperaturas cercanas al cero absoluto. A diferencia del Hubble, que observa
en los espectros ultravioleta cercano, visible
e infrarrojo cercano, el JWST observará en la
luz visible de longitud de onda larga (naranja a rojo) a través del rango del infrarrojo medio
(0,6 a 27 μm). Esto permitirá que el JWST realice una amplia gama de
investigaciones a través de muchos subcampos de la astronomía que observe y estudie las primeras estrellas,
de la época de reionización formación de las primeras galaxias, tome
fotografías de nubes moleculares, grupos de formación estelar, objetos con alto
desplazamiento hacia el rojo demasiado viejos y demasiado distantes para que
pudieran ser observados por el Hubble y otros telescopios anteriores.
La agencia espacial estadounidense logró un hito importante
en la preparación del nuevo telescopio espacial James Webb.
Después de completar un paso crítico en la alineación de sus
espejos, la NASA publicó la primera imagen nítida generada por el observatorio
espacial de US$10.000 millones.
La protagonista de la prueba es una estrella que aparece con
un rendimiento nítido que, según los ingenieros de la NASA, es mucho mejor del
esperado.
Para llegar a esta etapa, todos los espejos de Webb tenían
que estar alineados en pequeñas fracciones del ancho de un cabello humano.
Pero la agencia advierte que aún faltan meses de trabajo
para que el telescopio pueda ser declarado operativo y entregue su nueva visión
del cosmos. Lee Feinberg, el ingeniero de la NASA que dirigió el desarrollo de
los elementos ópticos de Webb, describió como "fenomenal" la emisión de
la primera imagen enfocada correctamente.
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