La Osa Mayor domina los cielos durante todo el verano del
hemisferio norte. También conocida como el Carro o el Cazo, esta constelación,
que ha estimulado la imaginación de todas las civilizaciones desde la
antigüedad, esconde numerosas curiosidades astrofísicas.
CARRO, CAZO Y ARADO
¿Quién no reconoce la Osa Mayor? Su peculiar figura nos
acompaña en todas las noches despejadas pues, al estar relativamente cerca de
la estrella Polar, es visible durante todo el año desde el hemisferio norte.
Pero se ve particularmente bien en estas noches de verano, cuando sus estrellas
principales dibujan esa silueta inconfundible a gran altura sobre el horizonte.
Es una de las mayores constelaciones del cielo, sus siete
estrellas más brillantes forman un asterismo tan llamativo que han despertado
la imaginación de todas las culturas a lo largo de todos los tiempos. Para
algunos pueblos fue un gran cazo o un gran cucharón, para otros un carro, un
arado para otros. Su descripción como una gran osa es indoeuropea, aparece tanto
en la Grecia clásica como en la India védica. Pero parece que también tiene
paralelismos en las culturas indígenas de Siberia y Norteamérica.
AMORÍOS DIVINOS
La mitología griega cuenta cómo Zeus quedó prendado por la
ninfa Calisto y las tretas que utilizó para atraerla. El enamoradizo rey de
dioses llegó a transformarse adoptando la apariencia de Artemisa para seducir a
la ingenua ninfa y dejarla embarazada. De estos amoríos ilícitos nació Arcas,
el que con el tiempo llegó a ser buen cazador y rey de los Arcadios. Al
enterarse Hera, la esposa de Zeus, de estos devaneos amorosos, castigó a
Calisto convirtiéndola en osa.
En sus cacerías, Arcas llegaría a toparse con una espléndida
osa (su madre Calisto) y a punto estuvo de matarla con su arco de plata. Pero Zeus
intervino justo a tiempo para salvar a Calisto colocándola en el cielo como la
constelación de la Osa Mayor.
CURIOSIDADES ESTELARES
En estos días de verano, la Osa Mayor es visible alta sobre
el horizonte durante toda la noche.
En las constelaciones, las estrellas se designan mediante
letras griegas comenzando por alfa (la más brillante). Sin embargo, la Osa
Mayor es una excepción de esta regla. Las siete estrellas más brillantes que
constituyen el cazo se designan con letras griegas comenzando desde el cuenco y
siguiendo por el mango (y no por orden de brillo). Así la estrella más
brillante de la Osa Mayor es épsilon, mientras que alfa es la segunda más
brillante.
Las estrellas alfa y beta son conocidas como 'punteros' pues
resultan muy útiles para localizar a la estrella Polar. Si trazamos una línea
imaginaria que va de beta a alfa y prolongamos 5 veces este segmento, nuestra
mirada se posará sobre la Polar, la estrella que marca la posición del polo
norte terrestre. Durante la noche, la Polar no cambia de sitio y, debido a la
rotación de la Tierra, todas las demás estrellas parecen girar en torno a ella.
Gracias a esto, el segmento imaginario que pasa por las estrellas alfa y beta
puede considerarse como la manecilla de un reloj que indica la hora. Es un
efecto que se ha utilizado desde la antigüedad para orientarse y disponer de un
reloj natural durante la noche, cuando el Sol no puede servir de ayuda.
Entre las siete estrellas destaca la que lleva el nombre de
la dseta griega () en el centro del mango del cazo. Aguzando la vista,
veremos que se trata de una pareja de dos estrellas aparentemente muy próximas:
Mizar y Alcor. Los árabes empleaban estas estrellas para evaluar la agudeza
visual de las personas. Aunque estén a una distancia muy parecida, no está
totalmente claro que Mizar y Alcor estén ligadas gravitacionalmente. Lo que
resulta muy sorprendente de estas dos estrellas es que Alcor (la menos
brillante) es un sistema binario, mientras que Mizar es una estrella doblemente
doble (es decir un sistema cuádruple). Esto no puede ser distinguido a simple
vista, pero lo cierto es que Mizar y Alcor constituyen un grupo de seis
estrellas.
LA ASOCIACIÓN ESTELAR MÁS PRÓXIMA
Las constelaciones están formadas por estrellas que no
suelen estar conectadas físicamente, cada estrella está situada a una distancia
muy diferente de las otras y es la proyección sobre la bóveda lo que forma las
figuras celestes en dos dimensiones. La Osa Mayor también es excepcional en
este aspecto. Cinco de las siete estrellas principales forman parte de una gran
asociación de estrellas que se encuentran a la misma distancia, unos 80 años
luz, y se mueven con velocidades muy similares, hacia un punto en la dirección
de Sagitario. Tan solo las estrellas alfa y eta se encuentran más lejanas, se
mueven hacia direcciones diferentes y no forman parte de la asociación.
Se piensa que las estrellas de esta asociación, conocida
como Collinder 285, se formaron simultáneamente como un mismo cúmulo, en el
seno de una misma nube interestelar, hace unos 500 millones de años. La
asociación está dominada por 14 estrellas principales, 13 de las cuales se
encuentran en la constelación de la Osa Mayor y la otra en la vecina de los
Perros de Caza. Collinder 285 es la asociación estelar más cercana a la Tierra.
DE ALASKA A VAN GOGH, EL CIELO SUBLIME
Las siete estrellas principales de la Osa Mayor son tan
conspicuas que han sido utilizadas como un símbolo en diferentes circunstancias
que poco tienen que ver con la astronomía. Figuran en la bandera de Alaska, en
una bandera tradicional irlandesa y en algunas versiones del escudo de armas de
Suecia. No estoy seguro de si estas estrellas son también las que figuran en la
bandera de la Comunidad de Madrid y en el escudo de la capital, quizás tengan
relación con el oso (u osa) que acompaña al madroño.
Donde brillan magníficas estas siete estrellas es en la
inmortal 'Noche Estrellada' que el gran van Gogh pintó en Arlés, a orillas del
Ródano, en septiembre de 1888.
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