El 10 de junio tendrá lugar el máximo de las ariétidas. Esta es una lluvia de estrellas diurna. Hay varias al año, aunque suelen pasar desapercibidas, y esta es una de las más intensas.
Como ya sabemos, las lluvias de estrellas proceden del encuentro periódico de la Tierra con los restos de polvo dejados por un cometa o asteroide. No se sabe exactamente cuál es el origen de las ariétidas. No obstante, se sospecha que podría ser el asteroide 1566 Ícaro. Su radiante, el punto del que parecen nacer los meteoros, está muy cerca del Sol, lo cual dificulta aún más su visibilidad. Por eso, si queremos intentar verlas, debemos hacerlo justo antes del amanecer, cuando empiecen a rayar el cielo, pero el sol aún no nos estorbe demasiado.
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